Las puertas abiertas
dan siempre a una sima
mucho más profunda
si la casa es vieja.
La puerta
no es puerta
hasta que un muerto
sale por ella
y mira doliente, crucificada
a la madrugada sanguinolenta.
¡Qué trabajo nos cuesta
traspasar los umbrales
de todas las puertas!
Vemos dentro una lámpara
ciega
o una niña que teme
las tormentas.
La puerta es siempre la clave
de la leyenda.
Rosa de dos pétalos
que el viento abre
y cierra.
11 de agosto de 1921.
Buenas noches, mi Granada ¡¡
Fotografía: Palacios Nazaríes.
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