miércoles, 11 de septiembre de 2013

SALÓN DE PASOS PERDIDOS (Elena Medel)
















SALÓN DE PASOS PERDIDOS
(Elena Medel)


La tecnología carece de autoestima:
hierve con las preguntas,
le inquietan las señales
un par de ventanas más al norte.
 
Igual tu nombre, que borra las vocales
y no impide el divorcio de nuestras maletas.
Una estación, aperitivo, cinco días.
 
Con las muñecas rotas
te estoy diciendo adiós.
 
(De Vacaciones)


Buenas noches, hasta pronto, mi Granada ¡¡¡

lunes, 9 de septiembre de 2013

Qué silencio sustituirá tu voz (Miguel Cobo Rosa)














Qué silencio sustituirá tu voz
(Miguel Cobo Rosa)


Qué silencio sustituirá tu voz
Cuando el sueño habite tu cerebro
De inescrutables rostros evadidos del tiempo.

Qué duda horadará tus sienes
Cuando ingrávida atisbes el ignoto planeta
Del futuro sin nombre.

Qué morada acogerá tus manos
Vacías de caricias
Cuando el eco sin voz congele el grito
Y mudos y desnudos
Regresemos a la tierra mineral
Al seno de la célula universo.

Qué belleza inarmónica y ósea
Despojará de músculos tu cuerpo sin abrazo.
Qué hueco vaginal
Qué placeres sin vértigo
Liberarán tus pájaros del último deseo.

Qué vegetal destino
Elevará tus ramas vespertinas
Hacia la cumbre de la desesperanza
O se hundirá en la sima de los mares
Sin barcos naufragados.

Qué silencio sustituirá tu voz.


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡

domingo, 8 de septiembre de 2013

LAS TARDES DE ENERO (Juan Ramón Jiménez)


















LAS TARDES DE ENERO
(Juan Ramón Jiménez)

Va cayendo la noche: La bruma
ha bajado a los montes el cielo:
Una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
¡Cómo cae la bruma en el alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,
Y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!
¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!

Buenas noches, mi Granada ¡¡