sábado, 12 de octubre de 2013

YO Y LA LUZ (Manuel Altolaguirre Bolín)


















YO Y LA LUZ
(Manuel Altolaguirre Bolín)


Yo y la luz te inventamos,
ciudad que ahora en un alba 
de fantasía y de sol 
naces al mundo;
ciudad aún imprecisa,
con sangre, luz y ensueño
en tus blancas fachadas.
No sé qué madrugada
sobre los edificios voy dejando,
ni qué sol mañanero
ilumina la vega, el mar, las calles,
interiores en mí.
Hemos cambiado
mundo y yo nuestras luces.


Buenas noches, mi Granada ¡¡

viernes, 11 de octubre de 2013

PAISAJE (F. García Lorca)












PAISAJE (Libro de Poemas, 1921)
(Federico García Lorca)

Junio de 1920

Las estrellas apagadas
llenan de ceniza el río
verdoso y frío.

La fuente no tiene trenzas.
Ya se han quemado los nidos
escondidos.

Las ranas hacen del cauce
una siringa encantada,
desafinada.

Sale del monte la luna,
con su cara bonachona
de jamona.

Una estrella le hace burla
desde su casa de añil
infantil.

El débil color rosado
hace cursi el horizonte
del monte.

Y observo que el laurel tiene
cansancio de ser poético
y profético.

Como la hemos visto siempre
el agua se va durmiendo,
sonriyendo.

Todo llora por costumbre,
todo el campo se lamenta
sin darse cuenta.

Yo, por no desafinar,
digo por educación:
"¡Mi corazón!"

Pero una grave tristeza
tiñe mis labios manchados
de pecados.

Yo voy lejos del paisaje.
Hay en mi pecho una hondura
de sepultura.

Un murciélago me avisa
que el sol se esconde doliente
en el poniente.

¡Pater noster por mi amor!
(Llanto de las alamedas
y arboledas.)

En el carbón de la tarde
miro mis ojos lejanos,
cual milanos.

Y despeino mi alma muerta
con arañas de miradas
olvidadas.

Ya es de noche y las estrellas
clavan puñales al río
verdoso y frío.

Buenas noches, mi Granada ¡¡

jueves, 10 de octubre de 2013

ROMANCE SONÁMBULO (Romancero Gitano) (F. García Lorca)

















ROMANCE SONÁMBULO (Romancero Gitano)
(Federico García Lorca)

A Gloria Giner y Fernando de los Ríos

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando
desde los puertos de Cabra.

Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.

Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿ No veis la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?

Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo.
Ni mi casa es ya mi casa.

Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡Dejadme subir!, dejadme
hasta las altas barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?

¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe,
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡

miércoles, 9 de octubre de 2013

Retornos Del Amor En Un Azotea (Rafael Alberti)
















Retornos Del Amor En Un Azotea
(Rafael Alberti)

Poblado estoy de muchas azoteas.
Sobre la mar se tienden las más blancas,
dispuestas a zarpar al sol, llevando
como velas las sábanas tendidas.
Otras dan a los campos, pero hay una
que solo da al amor, cara a los montes.
Y es la que siempre vuelve.

Allí el amor peinaba sus geranios,
conducía las rosas y jazmines
por las barandas y en la ardiente noche
se deshacía en una fresca lluvia.

Lejos, las cumbres, soportando el peso
de las grandes estrellas, lo velaban.
¿Cuándo el amor vivió más venturoso
ni cuándo entre las flores
recién regadas fuera
con más alma en la sangre poseído?

Subía el silbo de los trenes. Tiemblos
de farolillos de verbena y músicas
de los quioscos y encendidos árboles
remontaban y súbitos diluvios
de cometas veloces que vertían
en sus ojos fugaces resplandores.

Fue la más bella edad del corazón. Retorna
hoy tan distante en que la estoy soñando
sobre este viejo tronco, en un camino
que no me lleva ya a ninguna parte.

Buenas noches, mi Granada ¡¡

lunes, 7 de octubre de 2013

AY, MAÑANA SIN TI! (Juan Ramón Jiménez)

















AY, MAÑANA SIN TI!
(Juan Ramón Jiménez)

¡Ay, mañana sin ti!
¿Para qué quiero yo la primavera
si tú no estás aquí?

¡Estarás viendo el sol!
En estos campos con verdores nuevos,
tú con tu corazón.
¡Amor, amor, amor!
(Torna len la brisa clara
el corazón)

¿La brisa es tu reír?
A veces sueño que la brisa loca
te ha dibujado a ti.

Voz de fino cristal.
¿Porqué si estás cantado entro dos luces
no te escucho ya?

¡Ojos!.¡Mirada azul!
¿Porqué has dejado negra, para siempre,
mi opaca juventud?

¡Amor, amor, amor!
(Tornas en una onda de perfume
al pobre corazón)

Oh, ven, amor; ven, ven…
El día huele a gloria, a verso claro
y a carne de mujer.

Todo se pone en flor.
La campana, el pájaro, el agua
se abren a mi ilusión.

¿Llorar, sólo llorar…?
Si ella no viene, abril si ella no viene
no vengas más.

¡Ay, mañana sin ti!
¿Para qué quiero yo la primavera
si tú no estás aquí?


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡

domingo, 6 de octubre de 2013

HAY SUEÑOS QUE NO MUEREN. (Ana Rossetti)


















HAY SUEÑOS QUE NO MUEREN.
(Ana Rossetti)


Hay sueños que no mueren. Se empeñan
en ser sueños.
Ajenos a la comba de la esfera
y a las operaciones de los astros,
trazan su propia órbita inmutable
y, en blindadas crisálidas, se protegen
del orden temporal.
Por eso es que perduran:
porque eligen no ser.
Negándose se afirman,
rehusando se mantienen, como flores de cuarzo,
indestructibles, puros, sin dejarse arrancar
de su dormiente ínsula.
Intactos en el tiempo,
son inmunes a la devastación
que en cada vuelta acecha, inhumana,
a la pasión que exige y que devora,
a la desobediencia y extravío
que en los vagabundeos centellean.
Monedas que el avaro recuenta sigiloso
nunca salen del fondo del bolsillo.
No ambicionan. No arriesgan. No conquistan.
No pagarán el precio del fracaso,
la experiencia, la determinación,
la ebriedad o el placer.
Sólo son impecables subterfugios.

(De Punto umbrío).

Buenas noches, mi bella Granada ¡¡