miércoles, 31 de diciembre de 2014

viernes, 12 de diciembre de 2014

HE VENIDO PARA VER (Luis Cernuda)



He venido para ver semblantes
Amables como viejas escobas,
He venido para ver las sombras
Que desde lejos me sonríen.

He venido para ver los muros
En el suelo o en pie indistintamente,
He venido para ver las cosas,
Las cosas soñolientas por aquí.

He venido para ver los mares
Dormidos en cestillo italiano,
He venido para ver las puertas,
El trabajo, los tejados, las virtudes
De color amarillo ya caduco.

He venido para ver la muerte
Y su graciosa red de cazar mariposas,
He venido para esperarte
Con los brazos un tanto en el aire,
He venido no sé por qué;
Un día abrí los ojos: he venido.

Por ello quiero saludar sin insistencia
A tantas cosas más que amables:
Los amigos de color celeste,
Los días de color variable,
La libertad del color de mis ojos;

Los niñitos de seda tan clara,
Los entierros aburridos como piedras,
La seguridad, ese insecto
Que anida en los volantes de la luz.

Adiós, dulces amantes invisibles,
Siento no haber dormido en vuestros brazos.
Vine por esos besos solamente;
Guardad los labios por si vuelvo.

Buenas noches, mi Granada ¡¡























Fotografía:  Albayzín desde la torre de los Picos

martes, 9 de diciembre de 2014

“Soledad” (Rainer María Rilke)




La soledad es como la lluvia,
que sube del mar y avanza hacia la noche.
De llanuras lejanas y perdidas
sube hasta el cielo, que siempre la recoge.
Y sólo desde el cielo cae en la ciudad.

Es como una lluvia en horas indecisas
cuando todas las sendas apuntan hacia el día
y cuando los cuerpos, que no encontraron nada,
se apartan unos de otros, defraudados y tristes;
y cuando los seres que mutuamente se odian
deben dormir juntos en una misma cama.

Entonces la soledad se marcha con los ríos…


Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: Tormenta sobre el Albayzín.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Inercia (Tobías Campos Fernández)


Qué difícil alojarse
en el aire real,
en la palabra colmando
su cuerpo de sentido.

Sólo estamos
en el listado de los días,
en la ecuación anónima
del mantel y los cubiertos.

Sólo somos la inercia
de algo que alguien lanza,
el dictado, la secuencia sin excepción,
las hélices sin fin del pentagrama.

Qué difícil
asistir al paraíso
de las manos llenas
de todo cuanto cruza
el cielo de su tacto.

Buenas noches, mi Granada ¡¡



















Fotografía: Parque Natural Sierra de Baza

jueves, 4 de diciembre de 2014

EL AMOR Y LA SIERRA (Antonio Machado)



Cabalgaba por agria serranía,
una tarde, entre roca cenicienta.
El plomizo balón de la tormenta
de monte en monte rebotar se oía.

Súbito, al vivo resplandor del rayo
, se encabritó, bajo de un alto pino,
al borde de la peña, su caballo.
A dura rienda le tornó al camino.

Y hubo visto la nube desgarrada,
y, dentro, la afilada crestería
de otra sierra más tenue y levantada

-relámpago de piedra parecía-.
¿Y vio el rostro de Dios? Vio el de su amada.
Gritó: ¡Morir en esta sierra fría!

Buenas noches, mi Granada ¡¡

















Fotografía: Sierra Nevada

martes, 2 de diciembre de 2014

Horizonte (Antonio Machado)



En una tarde clara y amplia como el hastío,
cuando su lanza blande el tórrido verano,
copiaban el fantasma de un grave sueño mío
mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.

La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,
era un cristal de llamas, que al infinito viejo
iba arrojando el grave soñar en la llanura...
Y yo sentí la espuela sonora de mi paso
repercutir lejana en el sangriento ocaso,
y más allá, la alegre canción de un alba pura.

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: Alhambra desde San Nicolás

LA ABSOLUCIÓN (Luis Rosales)




«Si tú me lo pidieras»,
si tú me lo pidieras cuando llegue esa hora
en que la vida empieza a hacer preguntas sin respuesta,
como se hace un raspado de matriz
o se pone en las venas una inyección de aire,
y después,
pero inmediatamente,
oyeses algo más terminante aún:
una respuesta sin pregunta;
y el viento caminara con muletas,
y el mar dejase a nuestras plantas
sus indefensas olas de puntos suspensivos,
y todo ese mañana que hemos vivido juntos
se hiciera sibilante y disimulador
como las ruedas de un tren chirrían cuando se pone en
       movimiento,
y la rosa de un solo pétalo se convirtiera en una serpiente
       coral,
que levantara su cabeza,
lela y bamboleante,
de tu cuerpo a mi cuerpo
como se cierra una interrogación.

Esto puede ocurrir,
esto puede ocurrir a cualquier hora,
no me digas, que no, quizás va a acontecer
mañana o esta noche
mientras las ramas y las hojas caen,
las hojas y las horas,
y se quedan suspensas en el aire romo se borra en la
       memoria una advertencia inútil,
pues
de algún modo,
amiga mía,
ese asombro que siento junto a ti
ya no es vivir sino velar tu cuerpo.

Y sin embargo,
si tú me lo pidieras,
si tú me lo pidieras aunque ya fuese al despedirte,
si
    yo
         pudiese oírlo,
aunque fuera una sola vez,
tal vez sería posible que la carne agrietada se volviera a
       juntar como se juntan en el labio unas palabras de
       perdón,
y la vida ya no sería un gurruño,
y el cuerpo que aún me queda sonaría,
comenzaría a recuperarse como un río se evapora,
y se convierte en un temblor dialogado y concéntrico
sobre la piel tirante de tu vientre
cuando llega esa hora en que la absolución es algo más que
       una palabra,
cuando llega esa hora
en que despierta al fin el jardín de los pájaros,
y siento que sus alas me golpean en el rostro
buscando la salida y hallando la alegría,
y el cuerpo se hace música,
música tiritante,
una vez
y otra vez,
con su empujón de lluvia y de violetas húmedas,
hasta sentirme tuyo,
hasta nacerme,
ya
     que
            si tú me lo pidieras,

no sé cómo,

pero si tú me lo pidieras,
en ese instante mismo nacería.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


























Fotografía: Patio de los Arrayanes

domingo, 30 de noviembre de 2014

Fuera menos penado, si no fuera... (Miguel Hernández)



Fuera menos penado, si no fuera
nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.

Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya, miera.

Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.

Garza es mi pena, esbelta y triste garza,
sola como un suspiro y un ay, sola,
terca en su error y en su desgracia terca.

Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: atardecer desde los Alixares

viernes, 28 de noviembre de 2014

MEDIODÍA (Rafael Laffón)




Llega estremecida la onda limpia y clara,
de espuma somera que aún orla sus flancos.
Al fin -en las pozas calientes-, se para.
Y es la espuma risa de unos dientes blancos.

En prisión el agua cara al cielo queda,
muda y traspasada de la luz del cielo;
y en el seno inmóvil de su plata leda
la sal cuaja en ansias de un andante anhelo...

¡Qué andante el del agua! Nube, pluvia, fuente,
río, mar... ¡Qué anhelo ahora en el letargo!
¡Qué anhelo que pone cabe el agua riente
la sal como un poso de inquietud amargo!.


Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: San Cristóbal desde los Jardines del Triunfo

miércoles, 26 de noviembre de 2014

GINKGO BILOBA - ÁRBOL MILENARIO (Elena Martín Vivaldi)




Un árbol. Bien. Amarillo
de otoño. Y esplendoroso
se abre al cielo, codicioso
de más luz. Grita su brillo
hacia el jardín. Y sencillo,
libre, su color derrama
frente al azul. Como llama
crece, arde, se ilumina
su sangre antigua. Domina
todo el aire rama a rama.
Todo el aire, rama a rama,
se enciende por la amarilla
plenitud del árbol. Brilla
lo que, sólo azul, se inflama
de un fuego de oro: oriflama.
No bandera. Alegre fuente
de color: Clava ascendente
su áureo mástil hacia el cielo.
De tantos siglos su anhelo
nos alcanza. Luz de oriente.
Amarillo. Aún no imagina
el viento, la desbandada
de sus hojas, ya apagada
su claridad. Se avecina
la tarde gris. Ni adivina
su soledad, esa tristeza
de sus ramas.
                  Fue certeza,
alegria – ¡otoño ! - . Faro
de abierta luz.
                  Desamparo
después. ¿Dónde tu belleza ?
 
Buenas noches, mi Granada ¡¡
























Fotografía: Ginkgo del Jardín Botánico

martes, 25 de noviembre de 2014

EL TRIGO LIMPIO A LA SAZÓN CORTADO (Luis Rosales)




El trigo limpio a la sazón cortado.
Dame tu mano, amor, corza en olvido.
Vida y dulzura en el silencio erguido
por ausencias de mar enajenado.
             
¿En qué playa de cielo abandonado,
toda cántico y mar restablecido,
con ternura de azándar has sentido,
violado el cielo y con razón violado?
             
Aroma de temblor mi terca frente
tu limpio abril en el espacio abierto.
Sólo un esfuerzo y su misterio cierto
             
me ordenará en el ruego, dulcemente,
remeros de la sombra en la corriente
ciñen su lago en el candor del puerto.

Buenas noches, mi Granada ¡¡



















Fotografía: Jardines del Partal

lunes, 24 de noviembre de 2014

SUEÑO (Libro de Poemas, 1921) (Federico García Lorca)




Mayo de 1919


Iba yo montado sobre
un macho cabrío.
El abuelo me habló
y me dijo:
Ese es tu camino.
"¡Es ése!", gritó mi sombra,
disfrazada de mendigo.
"¡Es aquel de oro!", dijeron
mis vestidos.
Un gran cisne me guiñó,
diciendo: "¡Vente conmigo!"
Y una serpiente mordía
mi sayal de peregrino.

Mirando al cielo, pensaba:
"Yo no tengo camino.
Las rosas del fin serán
como las del principio.
En la niebla se convierte
la carne y el rocío.
Mi caballo fantástico me lleva
por un campo rojizo."
"¡Déjame! », clamó, llorando,
mi corazón pensativo,
Yo lo abandoné en la tierra,
lleno de tristeza. Vino
la noche llena de arrugas
y de sombras. Alumbran el camino,
los ojos luminosos y azulados
de mi macho cabrío.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡











Fotografía: Sierra Nevada desde Güejar Sierra

sábado, 22 de noviembre de 2014

SONETO - AMOR (Federico García Lorca)




Largo espectro de plata conmovida
el viento de la noche suspirando
abrió con mano gris mi vieja herida
y se alejó; yo estaba deseando.

Llaga de amor que me dará la vida
perpetua sangre y pura luz brotando.
Grieta en que Filomena enmudecida
tendrá bosque, dolor y nido blando.

¡Ay qué dulce rumor en mi cabeza!
Me tenderé junto a la flor sencilla
donde flota sin alma tu belleza.

Y el agua errante se pondrá amarilla,
mientras corre mi sangre en la maleza
olorosa y mojada de la orilla.

Buenas noches, mi Granada ¡¡















Fotografía: Jardines del Partal

jueves, 20 de noviembre de 2014

Retornos de la invariable poesía (Rafael Alberti)




¡Oh poesía hermosa, fuerte y dulce,
mi solo mar al fin, que siempre vuelve!
¿Cómo vas a dejarme, cómo un día
pude, ciego, pensar en tu abandono?

Tú eres lo que me queda, lo que tuve,
desde que abrí a la luz, sin comprenderlo.
Fiel en la dicha, fiel en la desgracia,
de tu mano en la paz,
y en el estruendo triste
de la sangre y la guerra, de tu mano.

Yo dormía en las hojas, yo jugaba
por las arenas verdes de los ríos,
subiendo a las veletas de las torres
y a la nevada luna mis trineos.
Y eran tus alas invisibles, era
su soplo grácil quien me conducía.

¿Quién tocó con sus ojos los colores,
quién a las líneas contagió su aire,
y quién, cuando el amor, puso en su flecha
un murmullo de fuentes y palomas?

Luego, el horror, la vida en el espanto,
la juventud ardiendo en sacrificio.
¿Qué sin ti el héroe, qué su pobre muerte
sin el súbito halo de relámpagos
con que tú lo coronas e iluminas?

¡Oh hermana de verdad, oh compañera,
conmigo, desterrada,
conmigo, golpeado y alabado,
conmigo perseguido;
en la vacilación, firme, segura,
en la firmeza, animadora, alegre,
buena en el odio necesario, buena
y hasta feliz en la melancolía!
¿Qué no voy a esperar de ti en lo que me falte
de júbilo o tormento? ¿Qué no voy
a recibir de ti, di, que no sea
sino para salvarme, alzarme, conferirme?
Me matarán quizás y tú serás mi vida,
viviré más que nunca y no serás mi muerte.
Porque por ti yo he sido, yo soy música,
ritmo veloz, cadencia lenta, brisa
de los juncos, vocablo de la mar, estribillo
de las simples cigarras populares.
Porque por ti soy tú y seré por ti sólo
lo que fuiste y serás para siempre en el tiempo.

(Retornos de lo vivo lejano, 1956)

Buenas noches, mi Granada ¡¡


Fotografía: Cuesta de los Chinos

miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo... (Javier Egea)



¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo
repetido en portales, escaparates, brumas,
ingenuo paseante de la ciudad, hermano,
caminante del mismo aturdimiento
que estos siglos de expolio pusieron en los ojos,
qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?

Así nos fuimos viendo nítidamente fríos,
enfrentados,
de una margen a otra de la calle en ruinas,
con la clarividencia de los obreros viejos
que abanderan los pasos del taller a la muerte
aprendiendo el futuro.

Sobre nosotros pasan los balcones cerrados,
las farolas con frío,
los aleros mellados y este viento,
como un enjambre inhóspito,
y la piel de la tierra huele a ropa quemada,
mas tiritan los huesos
y hay tan sólo el calor de la sangre que alumbra
desde el abrazo grande de tu fuerza y la mía.

Es cierto que la historia
nos condenó a las calles ateridas
y no el azar que llega maldito restallando.

¿Qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?
Hoy supimos, mirándonos las manos,
a pesar del estrago y las ojeras mustias,
al fin reconocidas,
que siempre es tarde, siempre, para volver a casa
como se vuelve al sitio de las túnicas rotas,
de las máscaras frías,
del polvo atrincherado,
de los andrajos de la luz.

Buenas noches, mi Granada ¡¡
















Fotografía: Albayzín

martes, 18 de noviembre de 2014

MISTERIO (Manuel Machado)




En sueños te conocí,
y, del amor peregrino,
he adivinado el camino
para llegar hasta ti.
Tras de aquel sueño corrí
con el dulce y loco empeño
de ser tu esclavo y tu dueño...
Pero aún tú no me contaste
por qué camino llegaste
a penetrar en mi sueño.

Buenas noches, mi Granada ¡¡

















Fotografía: Torres Bermejas desde el Albayzin

lunes, 17 de noviembre de 2014

HORAS ALEGRES QUE PASÁIS VOLANDO (Gutierre de Cetina)




Horas alegres que pasáis volando
porque a vueltas del bien mayor mal sienta;
sabrosa noche que en tan dulce afrenta
el triste despedir me vas mostrando;

importuno reloj que, apresurando
tu curso, mi dolor me representa;
estrellas con quien nunca tuve cuenta,
que mi partida vais acelerando;

gallo que mi pesar has denunciado,
lucero que mi luz va oscureciendo,
y tú, mal sosegada y moza Aurora,

si en voz cabe dolor de mi cuidado,
id poco a poco el paso deteniendo,
si no puede ser más, siquiera una hora.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















Fotografía: Alhambra de Granada

domingo, 16 de noviembre de 2014

TU ERAS ÁRBOL Y BRISA (Xandro Valerio)




Tú eras árbol y brisa; trino y ave;
presencia viva y sentimiento alado.
Yo te sentí latir en mi costado
alerta realidad y sueño ingrave.
La sangre restañó tu mano suave
del ciego corazón enajenado,
y lo que fue tu signo enamorado
huella en el viento, mi recuerdo sabe.
Tangible, sangre y cal, presencia viva,
yo sé que existes, y mi mano toca
tu realidad. para mi afán cautiva.
Nada tu olvido a mi sentido esconde;
pero el amor –silencio, flecha loca,
trino o dolor-, ¿adónde se fue, adónde?

Buenas noches, mi Granada ¡¡



















fotografía: Monasterio de la Cartuja

sábado, 15 de noviembre de 2014

VUELO (Rogelio Buendía)





El árbol, la mañana, el pensamiento,
todo en azul volcado y construido;
todo en azul desde el primer momento:
la tierra, el corazón, el blando nido.

La sombra de la casa es amplia y queda
dentro de la caricia de su ambiente
un aroma de arroyo y de arboleda
que se entró con el aire y el relente.

El árbol, la mañana y este anhelo
de volar con los pájaros en vuelo
que no termine nunca. Con el nido

debajo de las alas, y en la rama
de un árbol y otro árbol, que la llama
de la canción revele su sentido.


          Buenas noches, mi Granada ¡¡



















Fotografía: San Justo y Pastor

viernes, 14 de noviembre de 2014

LA COPLA (Salvador Rueda)



Tiene la mariposa cuatro alas;
tú tienes cuatro versos voladores;
ella, al girar, resbala por las flores;
tú por los labios, al girar, resbalas.

Como luces su túnica, tú exhalas
de tu forma divinos resplandores,
y fingen ocho vuelos tembladores
tus cuatro remos y sus cuatro palas.

Ya te enredas del alma en una queja,
ya en la azul campanilla de una reja,
ya de un mantón en el airoso fleco.

En el pueblo andaluz, copla, has nacido,
y tienes -¡ave musical! -tu nido
de la guitarra en el sonoro hueco.

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: San Nicolás, desde la Alcazaba de la Alhambra
           

domingo, 9 de noviembre de 2014

JARDÍN ANTIGUO (Luis Cernuda)



Ir de nuevo al jardín cerrado,
Que tras los arcos de la tapia,
Entre magnolios, limoneros
Guarda el encanto de las aguas.

Oír de nuevo en el silencio
Vivo de trinos y de hojas,
El susurro tibio del aire
Donde las almas viejas flotan.

Ver otra vez el cielo hondo
A lo lejos, la torre esbelta
Tal flor de luz sobre las palmas:
Las cosas todas siempre bellas.

Sentir otra vez, como entonces,
La espina aguda del deseo,
Mientras la juventud pasada
Vuelve. Sueño de un dios sin tiempo.


(Las nubes)

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: Alhambra desde el Darro

sábado, 8 de noviembre de 2014

FUERA (Juan Ramón Jiménez)



Poesía (1917-1923)

¡Ay, el aire yerto,
campana en el frío,
ojos en la escarcha!

En lo dentro, antes,
la casa era cuerpo
y el cuerpo era alma.

¡Ay, la blanca tierra,
el silencio, el humo
que al hogar levanta!

Ahora, caminando,
es el alma cuerpo,
la casa es el alma.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















Fotografía: Arco de Elvira desde la marquesina de Gran Vía

jueves, 6 de noviembre de 2014

CALMA (José María Hinojosa)




A Luis Buñuel


¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
¿Los barcos van flotando
o remontan el vuelo?
Se perdió el horizonte,
en el juego mimético
del cielo y de las aguas.
Se fundió el movimiento,
en un solo color
azul, el azul quieto.
Se funden los colores;
se apaga el movimiento.
Un solo color queda;
no existe barlovento.
¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: Paseo del Salón

miércoles, 5 de noviembre de 2014

PASEAR CONTIGO. HOMENAJE A DELIBES (Luis García Montero)



Con una lentitud
de luces y de vientos que nunca conocí,
han crecido los plátanos
y las casas antiguas de estas calles.
Detrás de sus balcones se vivieron
fiestas que no eran mías,
guerras que no sufrí,
ambiciones que no me dominaron,
muertes que no he sentido.

Cruza la gente y habla
en un hermoso idioma que me cuesta
trabajo comprender

Y sin embargo
esta ciudad es mía,
pertenece a mi vida como un puerto a sus barcos.

Sin duda es la memoria
de algunos novelistas y un poeta.

Y sin duda, también, es la importancia
de pasear contigo,
de tu mano en mi mano, de nuevo adolescente,
tu cabeza en mi hombro,
tu silencio en el mío.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















Fotografía: Alhambra desde el barrio de las Cuevas

martes, 4 de noviembre de 2014

Yo voy soñando caminos (Antonio Machado)



Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
"la espina de una pasión;
"logré arrancármela un día:
"ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
"quién te pudiera sentir
"en el corazón clavada".


Buenas noches, mi Granada ¡¡
























Fotografía: Puerta de las Armas, Alcazaba

lunes, 3 de noviembre de 2014

ESE PERDIDO REINO... (Luis García Montero)




Ese perdido reino
donde cualquier política tiene forma de beso,
de cicatriz privada
detrás de los abrazos,
nos está dominando con sus sueños,
de distancia a distancia.

Quiero que te levantes
con la misma impaciencia que los árboles,
creciendo hasta lo exacto
para rozar mis labios, para buscar en ellos
la humedad sin la lluvia.

Sé que descubriremos
siluetas desnudas por la casa,
recuerdos visitantes,
fantasmas de una noche sin verano,
que andarán en nosotros y pedirán su cuenta,

porque la oscuridad, como un espejo,
nos devuelve la imagen que le damos.

Pero conozco todas las preguntas
que no sé contestarte,
el cuerpo en donde viven las interrogaciones,
tu sueño en los pañuelos, como de haber llorado.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡
















Fotografía: Ocaso desde los Alixares del Generalife

domingo, 2 de noviembre de 2014

POEMA SILENCIO (Octavio Paz)



Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio

otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,

las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:

desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡



















Fotografía: Río Genil a su paso por el Salón

viernes, 31 de octubre de 2014

LOS ÁRBOLES CONSERVAN (Antonio Machado)



Los árboles conservan
verdes aún las copas,
pero del verde mustio
de las marchitas frondas.
El agua de la fuente,
sobre la piedra tosca
y de verdín cubierta,
resbala silenciosa.
Arrastra el viento algunas
amarillentas hojas.
¡El viento de la tarde
sobre la tierra en sombra!


Buenas noches, mi Granada ¡¡





































Fotografía: Guadiana Menor, a su paso por el embalse del Negratín

jueves, 30 de octubre de 2014

ASÍ ES (José María Hinojosa)




Porque siempre esté la puerta abierta
y sólo esperen ver siluetas.
Porque la luz camine desnuda
y la vistan de sombras mudas.
Porque lleva la mar en su frente
y la resaca no le hiere.
Porque si en tierra hunde su cabeza
sacan luego una calavera.
Se permiten dudar
de la isla y del oasis.

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: Alhambra desde el Albayzín

miércoles, 29 de octubre de 2014

SOMBRA DE MI (Luis Cernuda)


Bien sé yo que esta imagen
Fija siempre en la mente
No eres tú, sino sombra
Del amor que en mí existe
Antes que el tiempo acabe.
Mi amor así visible me pareces,
Por mí dotado de esa gracia misma
Que me hace sufrir, llorar, desesperarme
De todo a veces, mientras otras
Me levanta hasta el cielo en nuestra vida,
Sintiendo las dulzuras que se guardan
Sólo a los elegidos tras el mundo.
y aunque conozco eso, luego pienso
Que sin ti, sin el raro
Pretexto que me diste,
Mi amor, que afuera está con su ternura,
Allá dentro de mí hoy seguiría
Dormido todavía y a la espera
De alguien que, a su llamada,
Le hiciera al fin latir gozosamente.
Entonces te doy gracias y te digo:
Para esto vine al mundo, y a esperarte;
Para vivir por ti, como tú vives
Por mí, aunque no lo sepas,
Por este amor tan hondo que te tengo.

Vivir sin estar viviendo (1949)

Buenas noches, mi Granada ¡¡



















Fotografía: Palacio de Carlos V

lunes, 27 de octubre de 2014

PIDO SILENCIO (Pablo Neruda)



AHORA me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raices preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: El Bañuelo

domingo, 26 de octubre de 2014

ESTE ES EL PRÓLOGO (Federico García Lorca)




7 de Agosto de 1918


Dejaría en este libro
toda mi alma.
Este libro que ha visto
conmigo los paisajes
y vivido horas santas.

¡Qué pena de los libros
que nos llenan las manos
de rosas y de estrellas
y lentamente pasan!

¡Qué tristeza tan honda
es mirar los retablos
de dolores y penas
que un corazón levanta!

Ver pasar los espectros
de vidas que se borran,
ver al hombre desnudo
en Pegaso sin alas,

ver la vida y la muerte,
la síntesis del mundo,
que en espacios profundos
se miran y se abrazan.

Un libro de poesías
es el otoño muerto:
los versos son las hojas
negras en tierras blancas,

y la voz que los lee
es el soplo del viento
que les hunde en los pechos,
entrañables distancias.

El poeta es un árbol
con frutos de tristeza
y con hojas marchitas
de llorar lo que ama.

El poeta es el médium
de la Naturaleza
que explica su grandeza
por medio de palabras.

El poeta comprende
todo lo incomprensible,
y a cosas que se odian,
él, amigas las llama.

Sabe que los senderos
son todos imposibles,
y por eso de noche
va por ellos en calma.

En los libros de versos,
entre rosas de sangre,
van pasando las tristes
y eternas caravanas

que hicieron al poeta
cuando llora en las tardes,
rodeado y ceñido
por sus propios fantasmas.

Poesía es amargura,
miel celeste que mana
de un panal invisible
que fabrican las almas.

Poesía es lo imposible
hecho posible. Arpa
que tiene en vez de cuerdas
corazones y llamas.

Poesía es la vida
que cruzamos con ansia
esperando al que lleva
sin rumbo nuestra barca.

Libros dulces de versos
son los astros que pasan
por el silencio mudo
al reino de la Nada,
escribiendo en el cielo
sus estrofas de plata.

¡Oh, qué penas tan hondas
y nunca remediadas,
las voces dolorosas
que los poetas cantan!

Dejaría en el libro
este toda mi alma...

Buenas noches, mi Granada ¡¡


















Fotografía: Albayzín desde el Barrio de las Cuevas

sábado, 25 de octubre de 2014

DOS CANCIONES GRANADINAS (Rafael Guillén)




I

¡Si yo alcanzara la aldaba
para llamar a las puertas
del alba!
Con el alba, partida
por muros y cipreses,
tu voz de valle umbrío que me llama
desde el agua.
En las rojas colinas
donde el cristal se mece,
tu cintura que ondea y se me escapa
como el agua.
Por la ciudad, que gira
sobre un gozne de nieve,
toda tu soledad, que es mía, y se descalza
por el agua.
¡Si yo alcanzara a la aldaba
que abre las puertas del agua
de Granada!

II

La claridad de aquel día
llevaba una sombra dentro.
Encaramado en la tapia,
un resol, ya de otro tiempo,
y, calle abajo, rodando
como a golpes, tu recuerdo.
¡Ay, que lo poco que tuve
es lo único que tengo!
La eternidad de aquel día
llevaba una muerte dentro.

 (1986) De "Cancionero-guía para andar por el aire de Granada"

Buenas noches, mi Granada ¡¡
























Fotografía: Cuesta de Gomérez

viernes, 24 de octubre de 2014

AL VER POR DONDE HUYES... (Manuel Altolaguirre Bolín)




Al ver por donde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por la de alegres campos.
Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
o sobre las espumas
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.
No hacia dentro de ti.
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.
No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida;
yo, como ante una puerta
ante tu pecho frío.

Buenas noches, mi Granada ¡¡

























fotografía: callejas del Albayzín

ACASO (Antonio Machado)



Como atento no más a mi quimera
no reparaba en torno mío, un día
me sorprendió la fértil primavera
que en todo el ancho campo sonreía.

Brotaban verdes hojas
de las hinchadas yemas del ramaje,
y flores amarillas, blancas, rojas,
alegraban la mancha del paisaje.

Y era una lluvia de saetas de oro
el sol sobre las frondas juveniles;
del amplio río en el caudal sonoro
se miraban los álamos gentiles.

-Tras de tanto camino es la primera
vez que miro brotar la primavera-,
dije, y después, declamatoriamente:
-¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-

Y luego, al caminar, como quien siente
alas de otra ilusión: —Y todavía
¡yo alcanzaré mi juventud un día!

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡



















Fotografía: Atardecer en El Salvador (Albayzin)

miércoles, 22 de octubre de 2014

COMO LEVE SONIDO.. (Luis Cernuda)



Como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;

Como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;

Como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
esbelto adolescente entrevisto,
lágrimas por ser más que un hombre;

Como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo;

Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.

Buenas noches, mi Granada ¡¡



















Fotografía: Carmen de la Alhambra

martes, 21 de octubre de 2014

Invitación Al Aire (Rafael Alberti)




Te invito, sombra, al aire.
Sombra de veinte siglos,
a la verdad del aire,
del aire, aire, aire.
Sombra que nunca sales
de tu cueva, y al mundo
no devolviste el silbo
que al nacer te dio el aire,
del aire, aire, aire.
Sombra sin luz, minera
por las profundidades
de veinte tumbas, veinte
siglos huecos sin aire,
del aire, aire, aire.
¡Sombra, a los picos, sombra,
de la verdad del aire,
del aire, aire, aire!


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















fotografía: La Herradura (Granada)

lunes, 20 de octubre de 2014

Rima LXV (Gustavo Adolfo Bécquer)



Llegó la noche y no encontré un asilo,
¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!

¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
desierto... para mí!


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡












Fotografía: Gorafe (Granada)

domingo, 19 de octubre de 2014

AYER VENDRÁ (Luis Rosales)



  La tarde va a morir; en los caminos
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz; entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol; la tierra huele,
empieza a oler; las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo;
la sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.

Buenas noches, mi Granada ¡¡
























Fotografía: Vereda de la Estrella (Güejar Sierra)        

sábado, 18 de octubre de 2014

DESEO (Luis Cernuda)




Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.

Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















Fotografía: Generalife

viernes, 17 de octubre de 2014

Débil del alba (Pablo Neruda)




El día de los desventurados, el día pálido asoma
con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris,
sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:
es un naufragio en el vacío, con un alrededor de llanto.

Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda, callada,
de tantas cavilaciones en vano, de tantos parajes terrestres
en donde debió ocupar hasta el designio de las raíces,
de tanta forma aguda que se defendía.

Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso,
entre el sabor creciente, poniendo el oído
en la pura circulación, en el aumento,
cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba,
a lo que surge vestido de cadenas y claveles,
yo sueño, sobrellevando mis vestigios morales.

Nada hay de precipitado ni de alegre, ni de forma orgullosa,
todo aparece haciéndose con evidente pobreza,
la luz de la tierra sale de sus párpados
no como la campanada, sino más bien como las lágrimas:
el tejido del día, su lienzo débil,
sirve para una venda de enfermos, sirve para hacer señas
en una despedida, detrás de la ausencia:
es el color que sólo quiere reemplazar,
cubrir, tragar, vencer, hacer distancias.

Estoy solo entre materias desvencijadas,
la lluvia cae sobre mí, y se me parece,
se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo muerto,
rechazada al caer, y sin forma obstinada.

Buenas noches, mi bella Granada ¡¡






Fotografía: Ruinas de los Alixares.

jueves, 16 de octubre de 2014

MEDIODÍA (Rafael Laffón)




Llega estremecida la onda limpia y clara,
de espuma somera que aún orla sus flancos.
Al fin -en las pozas calientes-, se para.
Y es la espuma risa de unos dientes blancos.

En prisión el agua cara al cielo queda,
muda y traspasada de la luz del cielo;
y en el seno inmóvil de su plata leda
la sal cuaja en ansias de un andante anhelo...

¡Qué andante el del agua! Nube, pluvia, fuente,
río, mar... ¡Qué anhelo ahora en el letargo!
¡Qué anhelo que pone cabe el agua riente
la sal como un poso de inquietud amargo!.

Buenas noches, mi Granada ¡¡

























Fotografía: barrio del Albayzín

miércoles, 15 de octubre de 2014

De otoño (Rubén Darío)




Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora
con aquella locura armoniosa de antaño?
Ésos no ven la obra profunda de la hora,
la labor del minuto y el prodigio del año.

Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi corazón!


Buenas noches, mi Granada ¡¡¡
















Fotografía: amanecer de otoño

lunes, 13 de octubre de 2014

ELEGÍA DE OTOÑO (Leopoldo De Luis )





Las hojas del otoño flotan sobre tu brisa
y caen en el estanque solitario del alma.
Un dolor de ser otros parece que nos pesa
como unas rotas alas.
(Acaso nunca el hombre es él mismo.) Escuchamos
la voz honda del tiempo, la palabra
del tiempo que en los labios cobrizos del otoño
pone su dejo antiguo, su amarillez, y pasa.

Escuchamos el tiempo pasar: es un rebaño
invisible que pisa por la hierba mojada;
es una larga ronda de vientos tañedores
entre las flautas rojas de las ramas;

es una herida queja de líquidos metales
por fugitivos corazones de agua.
Escuchamos el tiempo y apretamos los párpados
y sentimos el tiempo en nuestras lágrimas.

El otoño que arde con su lumbre de gloria
presta a las cosas luz misteriosa y dorada;
toda la tierra tiene una triste hermosura
como una dulce evocación de infancia.

También otoño el corazón nos dora
y sus hondos paisajes nos enciende en el alma
y nos sentimos tiempo transitando, fundida
nuestra amarilla cera en las hermosas brasas.

Caminamos pisando un corazón de hojas.
Pisando lentamente una esperanza.
Y miramos al cielo. Y abatimos la frente.
Y decimos: -Mañana.

Buenas noches, mi Granada ¡¡
















Fotografía: Llanos de Silva (Granada)

domingo, 12 de octubre de 2014

TRAS LOS TILOS (Alejandro López Andrada)




Muy lejos, en el recodo de una tarde,
aún suena el oleaje
de los trigos. Llenándose de ausencia alarga el sol
su lento brazo de oro hasta las juncias.
Cose una niña ciega el corazón
de un águila en un lienzo.
Hay servilletas, cucharas de vainilla,
un plato hondo
en el que silba un tábano.
Ceniza.
De nuevo se alza el humo
entre los tallos
sagrados del silencio. Tras los tilos,
a un paso del columpio, en un balcón,
la luz de aquella infancia aún tiene frío.

("El silencio del humo")

Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: Dehesas del Generalife

sábado, 11 de octubre de 2014

DONDE SONÓ UNA RISA (Rafael Guillén)


Donde sonó una risa, en el recinto
del aire, en los pasillos transparentes
del aire donde, un día
sonó una risa azul, tal vez dorada,
queda por siempre un hueco, un lienzo triste,
un muro acribillado, un arco roto,
algo como el desgaire de una mano
cansada, como un trozo
de madera podrida en una playa.
Donde saltó la vida y luego nada
echó a rodar, y luego nada, queda
una cama deshecha,
un cuarto clausurado, un portón viejo
en el vacío, algo
como un andén cubierto por la arena;
queda por siempre el hueco
que deja un estampido por el bosque.
De bruces, husmeando, rastreando
unas huellas, tirando
del hilo de un perfume,
penetra el corazón por galerías
que un latido de sangre subterránea
horadó alguna vez y allí quedaron.
Y que allí permanecen con su húmeda
oscuridad de tigres en acecho.
Penetra el corazón a tientas, llama
y su misma llamada lo sepulta.
Donde sonó una risa, una vidriera,
una delgada lámina de espacio
estalló lentamente. Y no es posible
poner de nuevo en orden tanta ruina.
Un nuevo aliento merodea. Llegan
otros sonidos hasta el borde y piden
su momento para existir. Afluyen
nuevas formas de vida
que al final toman cuerpo y se acomodan.
Pero el tiempo ya es otro y el espacio
ya es otro y no es posible
revivir lo que el tiempo desordena.
En la cresta del agua o de la espuma
donde una risa naufragó, ya nada
podrá buscar, hundirse, hallar los restos,
nadie podrá decir: éste es el sitio.
El mar no tiene sitios y sus cimas
son instantes de brillo y se disuelven.

Pero quedan los huecos, queda el tiempo.
El tiempo es un conjunto
de irrellenables huecos sucesivos.
Donde sonó una risa queda un hueco,
un coágulo de nada, una lejana
polvareda que fue,
que ya no está, pero que sigue hablando,
diciendo al alma que, en alguna parte
algo cruzó al galope y se ha perdido.

Felicidades y buenas noches, Don Rafael  ¡¡¡











Fotografía: LLanos de Silva (Granada)

viernes, 10 de octubre de 2014

CONTIGO (Manuel Altolaguirre Bolín)



No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡

























Fotografía: Posterior de la Basílica de las Angustias