sábado, 4 de octubre de 2014

Y 14 (Elena Martín Vivaldi)



Tan lejos va el recuerdo, tan lejana
la imagen ? esta noche- del pasado,
tan parece mentira lo soñado
como la realidad de fiel mañana.
Esfumándose va, materia vana,
aquello que en mi mente está grabado,
y no sé si es real o imaginado
todo aquel mundo donde anduve ufana.
Instantes son de angustia, cuando veo
cómo se me deshace lo que un día
fuera luz y verdad resplandeciente.
Yo quisiera creer, y ya no creo.
Allí me miro. Y era. Allí vivía.
Hoy sólo sombras luchan en mi mente.

¡¡ Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: Parque de las Ciencias

viernes, 3 de octubre de 2014

EL VIAJE DEFINITIVO (Juan Ramón Jiménez)



Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado.
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡


















Fotografía: tarde de otoño desde la Torre de la Pólvora (Alcazaba de la Alhambra)

jueves, 2 de octubre de 2014

VISIÓN TRAS LA TORMENTA (Alejandro López Andrada)



El ventanuco abierto al encinar
tu bicicleta
rota en la hojarasca.
Una silueta oscura
está en el río,
buscando el resplandor de aquel verano

La tormenta se fue.
Tras el asfalto
que cruza la dehesa, hay voces de agua.

Flota un aroma de hinojo
en la colina;
los astros bordan tapices de silencio.

El hombre lleva
en el pecho mariposas
y, en los ojos, una fosforescencia malva.

A su paso
va llenándose de luz
los árboles, las fuentes, las montañas.

¡¡Buenas noches, mi Granada ¡¡












Fotografía: Tormenta de granizo, al fondo, La Cartuja

miércoles, 1 de octubre de 2014

CANCIÓN OTOÑAL(Federico García Lorca)

(Libro de Poemas, 1921)
Noviembre de 1918 (Granada)

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.

La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?

¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.

¡¡ Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: La Alhambra y Sierra Nevada desde el mirador de San Cristóbal (2012)

martes, 30 de septiembre de 2014

Los ojos de la casa de Aixa (María Inés Guzmán)



El velo
en desconcierto vuela
por la tenue penumbra de la sala
y es el vago recuerdo del perfume
el que habita la estancia.

Queda el eco por todas las paredes
aferrado a las sedas y al tisú,
adherido al damasco.
Cortinajes dorados,
del dorado salón.

Y ronda su figura entre las columnas
y alfombras
como césped,
donde penetra el pie
-campo de mirtos-
y se hunde suave, invitando a su gozo.

El palacio dormita en esta hora,
y afuera,
las palomas zuritas
arrullan con su canto.

Dulce canto que va por corredores,
de puntillas,
traspasando los siglos,
los siete cielos, siete.

Están ahí,
los presiento y los veo.

Me miran,
y sus ojos poseen
la belleza de entonces.
Los ojos de la casa de Aixa.

Yo, princesa nazarí,
duermo los siglos
que mi amado me ha dicho
que lo aguarde.


Buenas noches, mi Granada ¡¡




















Fotografía: Palacio de Dar-al-Horra (Granada)

lunes, 29 de septiembre de 2014

POEMA VEINTE Pablo Neruda



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


Buenas noches, mi Granada ¡¡





















Fotografía: Alhambra de Granada, acceso desde la Puerta de la Justicia.

domingo, 28 de septiembre de 2014

El Ángel Del Misterio (Rafael Alberti)




Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.
Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.
Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije…
No sé.
Explicádmelo.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡
























Fotografía: Ocaso en la Herradura (Granada)