sábado, 25 de enero de 2014

DESPEDIDA (José Salguero Duarte)
























DESPEDIDA
(José Salguero Duarte)

Un último suspiro al cerrar la puerta,
y llegaron a mi tinieblas y oscuridades.

Ojos resentidos, tormentas de primavera,
las niñas lloran, no comprenden nada.

Después de diez años,
ellas han crecido.

Y yo, agonizo.


Buenas noches, mi Granada ¡¡

jueves, 23 de enero de 2014

Balada del que nunca fue a Granada (Rafael Alberti)


















Balada del que nunca fue a Granada
(Rafael Alberti)


Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.

Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.

¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.

Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.

Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.

Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
Nunca vi Granada.

Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.

Baladas y canciones del Paraná (1954)

Buenas noches, mi Granada ¡¡

miércoles, 22 de enero de 2014

PUENTE DE SOLEDADES (Elena Martín Vivaldi)












PUENTE DE SOLEDADES
(Elena Martín Vivaldi)


    Hay tantas realidades escondidas,
    ocultas por la niebla de las horas sin tiempo.
    Hay una, dos palabras, millones de palabras
    que esperan la sorpresa de unos labios.
    Pájaros que no encuentran
    la mano, casi rama,
    que les señale el nido,
    Hay murmullos sin bosques
    para aquietar sus lenguas divididas;
    calles sin ese árbol
    que les siembre una antorcha
    de amarilla nostalgia,
    ríos preguntando un cauce,
    mares, que no descubren, eterno, un horizonte,
    con la antigua sospecha de sus olas.
    Vientos desheredados, sin refugio,
    en busca de veletas y balcones
    donde dejar su aliento y su llamada.
    Estrellas sin un cielo
    para clavar su asombro errante y mudo.
    Hay caminos perdidos,
    que ignoran el destino de sus pasos.
    Y hay corazones que se quedan solos,
    llama encendida, nombres sin respuesta,
    suplicando a la vida.

    Hay voces en la tierra
    recorriendo esperanzas.

martes, 21 de enero de 2014

Una encina, la nieve. (Francisco Onieva)















Una encina, la nieve.
(Francisco Onieva)

Una encina. La nieve,
densa como la copa de una encina.

La luz se vuelve acuosa.
El horizonte ya no es el fino hilo
en que se posa el pájaro,
sino una nebulosa de vacíos
y de ausencias.
       Lo blanco.

Entre su inmensidad
se alza la silueta impasible de un hombre.
La nieve la reduce,
frágil y fría.

(de Perímetro de la tarde, 2007)

Buenas noches, mi Granada ¡¡

lunes, 20 de enero de 2014

EN LA DESNUDA TIERRA DEL CAMINO (Antonio Machado)
















EN LA DESNUDA TIERRA DEL CAMINO
(Antonio Machado)

En la desnuda tierra del camino
la hora florida brota,
espino solitario,
del valle humilde en la revuelta umbrosa.
El salmo verdadero
de tenue voz hoy torna al corazón, y al labio,
la palabra quebrada y temblorosa.
Mis viejos mares duermen; se apagaron sus
espumas sonoras
sobre la playa estéril. La tormenta
camina lejos en la nube torva.
Vuelve la paz al cielo;
la brisa tutelar esparce aromas
otra vez sobre el campo, y aparece,
en la bendita soledad, tu sombra.

Buenas noches, mi Granada ¡¡¡

domingo, 19 de enero de 2014

VERDAD SIEMPRE (A Manuel Altolaguirre) (Vicente Aleixandre)


















VERDAD SIEMPRE (A Manuel Altolaguirre)
(Vicente Aleixandre)


Sí, sí, es verdad, es la única verdad;
ojos entreabiertos, luz nacida,
pensamiento o sollozo, clave o alma,
este velar, este aprender la dicha,
este saber que el día no es espina,
sino verdad, oh suavidad. Te quiero.
Escúchame. Cuando el silencio no existía,
cuando tú eras ya cuerpo y yo la muerte,
entonces, cuando el día.
Noche, bondad, oh lucha, noche, noche.
Bajo clamor o senos, bajo azúcar,
entre dolor o sólo la saliva,
allí entre la mentira sí esperada,
noche, noche, lo ardiente o el desierto.

Buenas noches, mi Granada ¡¡